Cantos del Alma
Por: Maria Laura Branca.
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Prov. Lecce - Reg. Puglia - Italia
Copywright 2014/23
Io…il mio cuore… la mia strada… la mia anima…
§* Racconti di vita e di fantasia, qualsiasi riferimento a cose o persone è puramente casuale e non è autobiografico.*§
Y pienso en ti
Cada vez que te miro
aparece en tus ojos,
el reflejo del sol,
y las estrellas que me hacen olvidar
que ya se marchò.
A veces me pregunto tantas cosas,
las poesìas que escribo,
no seràn acaso
la bùsqueda de un " te quiero" que no llega?,
eso no lo sè,
respuestas como èsta se me escapan
ocultandose en el verde de la hierba.
Basta con que mire dentro tuyo,
acaso tu corazòn, a travès de tus ojos,
y sentir el recuerdo
que pega un giro violento
y retrocede buscando
no sè què herida, aùn sangrante
cuando apenas
hubo un verano solamente;
como si la vida
de un suspiro olvidada
dejara sobre mi feretro... una rosa.
Para Elisa
Tu pequeña figura
tus ojos color celeste,
tu blanca sonrisa
y tu pelo color miel.
Tu presencia, asì tan fina,
tu alegrìa y tu tristeza,
y la armonìa de tu vida
hoy el tiempo reza.
Para Elisa yo escribì
cuatro versos salidos de mì,
y cien estrofas de un invierno
que es parte de su sendero.
Y allì... sentada en un banco
repite una y otra vez,
cuando creo que acabo
siempre hallo algo que debo emprender.
Y vuelve la lucha constante,
la vida que aflora
y que veces nos hace
ganar y perder.
Y ahì està Elisa
dispuesta a seguir,
la miro y contemplo:
cuànto vale!
parece, hecho carne,
un pequeno rubì.
Su pequeña figura,
sus ojos color tiempo,
su sonrisa blanca
y su pelo color miel...
Ella, mi amiga,
cual retoño de vida...
Elisa es asì.
Hermano
Tù que fuiste
el castillo de arena,
el murmullo del viento
y el canto del mar.
Tù que fuiste siempre
y que siempre seràs,
si algùn dìa encuentras
mi alma cansada de tanto penar,
no vaciles entra!
y aunque rompas la puerta
venme a mi lado y ponme serena
ayùdame un poco... que quiero olvidar.
Tù que fuiste tantas cosas,
tù que seràs muchas màs,
tù que desde siempre fuiste
y por siempre seràs:
El mar, el viento, la arena,
el canto, la lluvia, la espera,
el silencio de la noche serena
y el llanto de la vida nueva.
Tù que me extiendes la mano,
sì, es a ti a quièn hablo,
a ese que sin saberlo
un dìa se convirtiò en mi hermano:
y por mì sufriò mil penas,
por mì saliò en defenza
quièn sabe de què zonceras;
y un dìa cualquiera
frìo y lluvioso
se mojò las piernas,
y se cayò de pronto
cerrando sus ojos;
comprendìa entonces
que tambièn por mì
habìa dado su vida;
y yo me quedè un instante
pensativa, triste,
mirando sus ojos,
su rostro era apenas
un bosquejo suave.
Què frìo corriò por mis venas!:
se derrumbò el castillo
que habìa armado en la arena,
ya ni se oìa
el murmullo del viento,
...y se habìa muerto
el canto del mar...
Siempre
Para toda la vida...
eso dijimos sin saber
que sòlo era un engaño triste
y una oscura fantasìa.
Se puede dejar de querer?...
me lo preguntè un dìa,
pero nadie quiso responder
pronto lo averiguarìa.
Sueños, ilusiones
hoy esperanzas vanas,
un dìa se marcharon
sin dejar rastros ni marcas.
Y fue todo tan aprisa
apenas tres años tuvo de vida,
y un dìa cualquiera
se cerrò la puerta.
Què triste esta agonìa lenta
no pudo mi amor morir
sin sufrir siquiera.
Se puede dejar de querer?...
me preguntè calma y serena,
no sabìa que pronto
yo misma... escribirìa esta respuesta.